Christine Moutier, MD, de la American Foundation for Suicide Prevention, en una intervención en la revista JAMA Psychiatry subraya la importancia, sobre todo en este momento histórico, de invertir en la prevención del suicidio.
A este respecto, según Moutier, es fundamental reforzar los servicios de salud mental, proporcionar contactos de asistencia, incluso virtuales, para las personas que viven solas con el fin de combatir el aislamiento, promover el acceso a los servicios de apoyo para las víctimas de Reducir el uso de alcohol, especialmente patológico, promoviendo conductas seguras y conscientes, favorecer iniciativas de educación para la prevención del suicidio para los propietarios de armas y aumentar las inversiones en los servicios de emergencia/crisis.
Recientemente, cerca de Roma, un estimado médico de sesenta y dos años fue encontrado sin vida dentro de su vivienda. Sufría de depresión y, al no soportar el estrés provocado por la pandemia, decidió quitarse la vida en su chalet.
Pensar en una persona sola, que decide un acto extremo, por un lado nos hace pensar que a menudo el suicidio, aunque previsible, no es evitable, pero por otro lado, potenciar urgentemente las estrategias de
prevención del suicidio mismo y el apoyo emocional a la población, incluso para quienes están en primera línea en la lucha contra esta pandemia, resulta necesario y ya no puede posponerse.

